lunes, 27 de mayo de 2013

Keila el hada del olvido

 
Princesa, en tus pequeños pasos por este misterioso milagro que es la vida, conociste a la persona que más amo, Sofía. Podía sentir tu sonrisa y tu hermoso ser en sus ojos llenos de alegría; ella te nombraba, te dedicaba dibujos, en las vacaciones imaginaba que jugaban y ansiaba verte porque, evidentemente tu pequeño ángel la hacía feliz.

Cuando te fuiste del colegio fue difícil explicarle el por qué; en cada cumpleaños esperaba encontrarte y preguntaba si iba a verte. Seguro que sí vas a regresar al patio de la escuela, a su cumple, en sus juegos y en sus sueños. Algún día con el tiempo ella te va a olvidar, pero yo quiero conservarte, en el rincón de los recuerdos  de mi nena de 5 años. Desconozco cuantas cosas descubriste, amaste, aprendiste y disfrutaste; segura estoy que el colegio fue una de las experiencias más importantes y alegres que viviste, y en esos largos y hoy cortos días, Sofía con tus otras amiguitas fueron doncellas, reinas, mosqueteras y no sé cuántas cosas más. Me alegro que ella compartiera con vos todo ese mágico mundo y lamento que ya no se puedan reunir. Ahora que sos un hada,  con tu varita mágica cerca de su corazón, te pido que la visites, la cuides y le cumplas algún deseo. Y aunque ya no compartan la mesita del jardín y los recreos, quizá estén más cerca, solo que ella sin saberlo seguirá esperándote....

Hermosa niña, Dios te tenga a su lado.







 

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