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viernes, 18 de enero de 2013

Ramo dormido

La única voz lejana que ella escuchaba era su eco, conversaba con los cuadros, entonaba canciones melódicas en verano, cuando llovia bailaba al ritmo oscilante de los árboles, sentia que sus crujientes ramas la abrazaban y acariciaban. Nadie habitaba ese mundo. Solo se encontraba con otras personas mientras soñaba; por eso adoraba la inmensa noche, insinuando el sentido de lo incierto, el miedo a lo desconocido. El único testigo de su vida fue su propia conciencia, aunque no estaba segura de que podria salvarla, temia haber enloquecido.

Su alma tan triste no sabría que pronto cumpliría su  destino, tampoco podría distinguir si su imaginación estaría creando una escena perfecta, para concluir su historia.

Fue así como una noche una persona golpeo despacio, luego mas fuerte la delicada puerta de su corazón. La ansiedad por encontrarla fue tan grande que no midió el impulso.

El adivino recorrió largos caminos de altas montañas de nieve y de sol, aguas dulces y saldas, desiertos mágicos, selvas vírgenes.

Al escuchar los golpes la mujer se incorporo despacio, triste de ser despertada  sintió en su interior que la muerte era  su invitada.  Rápidamente se vistió de púrpura brillante y aguardo el feliz encuentro recostada en su lecho.

El hombre  ansioso decidido abrió la puerta e ingreso cauteloso al hogar, por un momento pensó que todo era una trampa, que su bella amada podría ser un fantasma. En la oscuridad cuando sus ásperas manos tanteaban los objetos,   dudo que ese fuera el momento del encuentro, luego llego a una habitación que olía a jazmines. 

Mientras ella escuchaba los pasos  sintió pánico,  no quería partir, amaba la soledad, se había acostumbrado a lo simple. Un instante después sintió el calor de alguien que se acercaba, buscando algo que no podía encontrar. Cuando él consiguió alcanzarla,  ella instintivamente se defendió, hundió con toda su pasión el cuchillo en  el pecho del hombre, quien con más fuerza respondió el agravio. 

Amanecía, la luz mostró la escena de la pesadilla, ambos se miraron, eran ellos los únicos sobrevivientes que debían encontrarse al final del juego. Ellos podían haber escrito otra historia, pero la esperanza peso menos que el temor. Se observaron sonriéndose,  él le dijo a ella, en su idioma con voz gruesa y alegre, gracias por esperarme, me siento feliz de compartir mi ultimo momento contigo; ella  no comprendió la frase, pero si los gestos,  le respondió en voz aguda y seca, mi vida fue estar dormida, hoy que logre despertar acompañada estoy vacía, siento que estoy partiendo, no quería despedirme ahora,  si podía haber vivido con vos, en la soledad de mis sueños.

El alama gris


La rutina es la película de una vida filmada para no ser diferente. La rutina es la vida misma, es la sensación de no permitir que nos lleven el alma en el intento por existir. Es un molde establecido con limites flexibles que algunos logran vencer sin pasarse al otro lado y otros nunca intentan traspasar. Algunos luchan por un lugar, otros  cooperan y otros sacan rédito de ambos.

Almas dóciles que jamás dudan,  garantizan el status quo, hacen todo  sin pedir nada a cambio, solo por temor a que se quiebre la seguridad que les otorga la costumbre de sus actos.

Los hombrecitos de almas grises cuando hablan suelen demostrar que son enteramente felices, cuando se reúnen con sus amigos, no se cansan de hablar de los logros obtenidos. Siempre hablando de su Yo. La rutina que no escapa al show del sentido más abstracto y absurdo del ser.

Personas domesticadas casi de la misma forma que se le da cuerda a un reloj,  no necesitan pensar demasiado en el otro para conducir sus vidas.

No se si son felices o si su rosa felicidad es opaca? A veces siento envidia porque parecen aceptar la realidad sin más vuelta, y caminan sin que nadie se de cuenta de su existencia. Solo se vuelven enceguecedores cuando ellos necesitan de otros para concretar algún objetivo.

En esta autopista de la que solo se es capaz de aminorar el paso saliéndose del camino, la felicidad consiste en no dejarse atropellar. Un modelo que esta basado  en el marketing de las emociones y sentimientos. No existen personas sin cartas de presentación, son el  titulo, el puesto, la casa, el auto.  No te pregunte que haces, que tienes sino quien eres.  No podes responderme? No sabes? Cuando estamos desnudos frente al espejo, y nadie nos mira, cómo nos vemos, cómo nos amamos?

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Descubriendo a EVA


El centro de la ciudad de EVA es pequeño comparado con lo que se espera de un sitio donde todos los caminos convergen. En la actualidad no cumple ninguna función especial, pero al momento de formarse la ciudad, fue a través de él desde donde recibió todos los materiales e insumos necesarios. Cuando la obra finalizó, cerró definitivamente el paso dando lugar a otros dos centros de suma importancia. Uno de ellos se dedica a deliberar sobre cuestiones de índole sociales, relaciones de amistad y amor. Es además, el motor de la ciudad. Por él pasa todo el combustible necesario para que la misma funcione. Desde él parte purificado el fluido que transporta el oxígeno y la materia prima con que se alimenta cada órgano y célula. El otro centro, un poco mas apartado del primero, se encarga de las tareas ejecutivas. Imparte las órdenes, distribuye los cargos, controla y regula. Una ciudad gobernada desde el centro izquierdo por el deseo y desde el norte por la razón.

Cuando la mayoría del gobierno es del partido del deseo, todos están felices, se enamoran en cada cuadra, cantan y disfrutan cada instante. Por el contrario, cuando gobierna el partido de la razón, todos caminan enfilados como si fueran soldados, nadie improvisa, se pierde la espontaneidad, los artistas mueren de tristeza, los intelectuales de soledad y de hambre, el pueblo  pierde el poder de expresarse, la palabra el alimento del alma, se debilita, y por último la libertad muere.

Felices en cambio viven en esta ciudad los materialistas. Ninguna pieza esta fuera de lugar, todo es posible de controlar. El azar es derrotado como una ilusión. Esta ciudad se vuelve solitaria. No engendra ni atrae gente nueva que le de vida y le renueve su sangre y su espíritu, por temor a peder el control. Vieja y sin luz se muere de poco. Prohibido esta visitar el lugar más boscoso sensual y placentero de ella, el sitio que inyecta la vida. Con el paso del tiempo, una vez secos los lagos dejan de alimentar las fuentes y los campos. Las aves migran y,  así pasan los años sin que nadie la seduzca.
No es bueno que gobiernen por separado ambos partidos, ni por épocas. Lo ideal es que, en cada etapa la ciudad encuentre el mejor gobierno, que atienda unas veces más a la razón, y en otras a la emoción. Pero no es fácil decidir lo ideal en cada situación, esto es: Cuándo se debe vestir con minifaldas y maquillarse de colores pasteles, y cuando vestirse de gala?;  Cuándo debe arreglarse el cabello donde posan los pájaros, y cuando recogerlo?. Debe poder elegir la mejor ciudad posible en la que el deseo se cumpla sin que la razón  destruya. Un lugar donde el deseo se vuelva razonable; reine el justo medio, y  no se desborden los ríos ni los mares. Una ciudad que cuide todos los puntos cardinales. Su vida esta en el centro hacia abajo; desde ahí nacen los obreros, los magistrados, los maestros, la gente que le entrega su alma. Se ramifica hacia los costados y hacia abajo. Necesita de  fuertes brazos  para levantar el espíritu y sobrellavar las duras cargas de los momentos difíciles; también  de unos pies cuidadosos y unas piernas ágiles para andar despacio por los caminos complicados, pero que  pueden corren ligero cuando es necesario, además de ser aptos para el baile cuando la ocasión se presente. Perfumada con una sensual fragancia de estación, conquista adolescentes  y ancianos. Ella mantiene en equilibrio las tensiones, es fuerte cuando necesita del coraje para defenderse de los ataques externos. Es cálida y suave con cada centímetro de su ser. Acoge en sus brazos a los desamparados, a los faltos de casa, amor y comida.  El sol sonriente ilumina su rostro, y mediante sus grandes  ojos puede ver, sentir y  comprender todo lo que en ella sucede. Madre, hermana, novia, amiga  de todas las edades y sin edad, alberga nuestra finita existencia delante de nuestras necesidades, por encima de nuestro destino. Un plan perfecto que se proyecta desde las estrellas

viernes, 14 de diciembre de 2012

Fiestas de Hadas Perdidas (Marta, María y Mamá)

Mi mamá tenía dos hermanas: Marta era la más chica, Maria era la hermana del medio y mi mamá, Nelly, la mayor. Marta mi madrina, se parecía mucho a mi mamá en el aspecto físico, pero era 13 años menor. Tenía un carácter más dócil y más tierno. María en cambio era seca.

 
Marta me cuidaba como a una hija, y yo la quería como a mi mamá. Su departamento estaba en capital cerca de la estación Chacarita.  Vivía en un segundo piso con Miguel, mi padrino. A la mañana  me despertaba siempre con un rico desayuno. Después me levantaba, me bañaba y salía a hacerle las compras. Alrededor del mediodía comíamos y luego jugábamos o nos íbamos a pasear. Imagino que era una gran compañía porque ella no tenía hijos.  A sus  26 años lo único que deseaba era un niño a quién amar. Mis vacaciones eran su deseo cumplido, así lo sentía.

El resto del año iba a  visitarla con mi Abuela. Un viaje largo desde la Lanús. Siempre tomábamos el  colectivo 42 desde Pompeya  y nos bajábamos en la plaza de Dorrego y Corrientes. Luego caminábamos 3 cuadras hasta el departamento. Esto fue durante casi 15 años de mi vida.

María vivía en Flores en una gran casa con perfume a magnolias. Tenía lugar para jugar, una pileta para el verano y de amigo un perro llamado Ted. La alegría de lo cotidiano no se festeja. Es un hecho consumado. Es la esperanza que no desespera por encontrar lo correcto en el mismo lugar. Aprendimos como se disponen las piezas del ajederéz. También a dominar  la estrategia mínima de sus movimientos. Apenas unas reglas para avanzar y retroceder sin ganar ni perder. Pero, qué hacer cuándo esas reglas cambian y no las entendemos. La vida es un juego que no podemos abandonar. Perder o ganar es un punto relativo, que equidista del centro de las miradas de todas las personas que se atreven a juzgarnos. Cuál es la recompensa?.   Cuál es el desafío?.  Algo debió ser y se quebró.

Marta fue la pesadilla de muchas noches indeseadas. Fue el deseo de volver a despertar con sus desayunos. Tenía 17 años la última vez que la visité. Ella estaba recostada. Era invierno y estaba muy fría y pálida. Yo estaba por viajar a Bariloche y ella por irse a un lugar del que todavía no he recibido postal. Sus ojos azules me miraban como queriendo atraparme en una foto del alma. Su rostro suave se desvanecía todas las tardes. Todos sabíamos que faltaba poco. Lenta fue su despedida. Sin lágrimas y sin risas.

Mucho tiempo después conocí en la facultad a  Margarita. Nos llevábamos muy bien. Estudiamos juntas muchos años y muchas materias. Finales, parciales y trabajos prácticos. Algunas veces ella venía a mi casa, le gustaba el olor a pasto mojado luego de llover. Otras, yo iba hasta su casa en la capital, todo el recorrido y los lugares me parecían nuevos.

Al término de la carrera cuando ya se habían terminado los exámenes finales, tuvimos tiempo de juntarnos por distracción. Una tarde en el verano nos reunimos en su casa a tomar mate con otros compañeros de la facultad. Luego cuando se hizo mas de noche nos cambiamos y  fuimos a comprar un helado. No recuerdo por qué, siempre caminaba hasta la puerta de su casa, por la mitad de la cuadra, sin llegar hasta la siguiente esquina. Esa tarde debió ser la primera vez en años que fui  hasta el final de la calle. Doble a la derecha, hacia la heladería, observando las casas hasta que en un momento fijé la vista en una de dos pisos. Advertí aquella ventana por donde entraba el sol y el pequeño cristal de cielo en el  mundo de Marta. Había olvidado todo. Cerré un capítulo y destruí sus hojas. A la vuelta de mi infancia, en la esquina de su corazón apagado. Llegaba con el mismo colectivo y me bajaba en la misma parada del Parque.

De repente comprendí que su ausencia fue más profunda que el recuerdo de mis felices vacaciones de verano y de invierno. Un paréntesis abierto a la espera del recuentro.

Ahora están otra vez juntas y creo que esta vez sí es para siempre.

Desde mi pequeño lugar en este mundo con algunos sentidos quebrados las abrazo, con mi corazón.
Brindo por ustedes como cuando estábamos todos sentados en la mesa y yo robaba de cada copa los restos de alcohol en un acto de picardía e inocencia. Tengo la alegría de esas fiestas sellada en mis ojos, y un hadita pequeña que me despierta todas la mañanas y por quien hoy sigo el camino que ustedes dejaron atras.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El cuento de mi vida


Hubo una vez un ser que tenía miedo. Sentía que iba a madurar y no quería dejar ser para ser.  Cuántos obstáculos me costaron superar, sin embargo yo corría hacia el alambrado, esperando algo... creo que cuando lo cruce fue el primer desencuentro conmigo misma, quede con todos mis escombros sobre mí, fuera de mi centro, tratando de elegir lo mejor para construir alguien y cuanto me equivoque. La de ayer había muerto, entonces nació otra. Necesitaba de su fuerza, de su protección. Ese pequeño hombrecito de mi interior en quien me aferré para volver a empezar. También nació Gabriela la buena, la despistada;  y la vecina, la que se enoja, grita y hace de mala. Soy tantas cosas. Una metáfora, un conjunto de seres unidos para vivir. Algo triste se, que no puedo volver a saltar el alambrado para separar mejor los escombros. Debo luchar por quien soy. Me duele, aún me duele la herida y sigo temerosa. Tengo defectos, me gustan, me hacen sentir humana, debo sí mejorarlos, en mi medida y armoniosamente.

 En este mundo solo sufren los débiles, pero no entiendas por débil los que fracasan. Débiles son los que tienen un gran corazón y sufren por tanto egoísmo; sufren los inteligentes.  Los que ignoran no sufren, no ven el mundo mas claro.  Los que sufren son los que buscan un mundo más razonable.  En este infierno donde tenes que luchar por vos mismo, no tenes tiempo para perder. Es lindo vivir la vida en broma ya que en serio es triste, pero prefiero que sea triste antes que me absorba la insensibilidad.

jueves, 18 de octubre de 2012

Ayer se marchó


El sueño tomó la realidad y la despertó. No tuvo tiempo de pensar y comenzó la actuación. El cuerpo estaba inmóvil, pero corría y los ojos sonreían. Ella creyó que  era un milagro  y se dejó llevar en paz sin preguntar. No podía pensar que ese mundo tenía  un final improvisado. Gozó, dispuesta a probar el amargo y dulce valor de sus No.  Sonrío como una flor cuando le ofreció su tallo y su color.

Sintió la frescura de una mano precavida. No entendía que se puede amar una vez, un minuto y desaparecer. Él cree en cosas que ella no ve. También cierra sus ojos y da  gracias por la brisa de la noche y por el calor  del amanecer.

jueves, 11 de octubre de 2012

El encantador de toros


El domador hacedor de su propio ego desechó algo esencial, es más fiel el animal a sus instintos que el hombre a sus convicciones.

Yo creo en los toros de ojos azules, pero no en el domador  que encanta al animal hasta hacerlo sucumbir a su instinto de supervivencia.
No me resulta fácil ni permisivo intentar calmar la furia.
Me pregunto de cuantas maneras posibles se puede enfrentar al toro sin una  espada 80 cm de longitud?.

Solo un encantador muy confiado puede creer de verdad que el toro de ojos azules siempre se quedaría sentando  a espera de su última orden.  Resulto que el toro fue más sensato y de más corazón que su Opresor, un educado y coqueto encantador de animales salvajes. El toro pudiendo quitarle la vida, se permitió burlarse de él.

A diario nos encontramos con domadores que subestiman la fuerza y el instinto de supervivencia de los oprimidos. No comprende que hasta el más salvaje de los animales es capaz de copiar un acto repetitivo y monótono, al final la magia sale de la galera, y aunque eso no suceda, los pasos se vuelven previsibles. Entonces el experto domador de salvajes sumisos cae en cuenta que se aprovecho de la situación más de lo conveniente,  lo peor para él fue la máxima confianza en sí mismo, casi ignorante de aplicar siempre las mismas reglas,  y por sobre todo la  poca desconfianza hacia el brutal  animal. Lo subestimó, no lo desafío. El toro tiene corazón, instinto y supervivencia. Además de coraje para ir al hoguera. 
  
De nada sirve cambiar la naturaleza de alguien porque buena o mala le es propia.

Sucede en casi todos los ambientes y situaciones donde la mayoría acepta un papel, una regla y un escenario; mientras de la vereda de enfrente, el otro acecha con la ilusión de que ningún actor descubra que no hay razón para fingir que el encantador no tienen ninguna virtud para tenerlos a todos haciendo el esfuerzo de contener su furia, reprimiendo los deseos, avasallando las esperanzas, agotando las fuerzas y rompiendo los esquemas.
Esta historia se desarrollo  en un lugar bajo un modelo de poder, donde hay un  grupo o ciertos individuos que creen tener el toro  domado.
En el momento que brota la furia  el  señor encantador corre por el campo intentando salvarse del aguerrido animal. Si tengo que elegir  quien soy me quedo con mi parte más salvaje, ya que ese instinto demoledor me garantizo sobrevivir a los cobardes. No es fácil enfrentarse a un toro hambriento, menos aún si el domador es un inexperto.  Nada bueno hay en un lugar donde quedan rastros de polvo en las manos. El inexperto creyó que podría con la bestia como con los demás. Se adentro al ruedo y a viva voz de los integrantes comenzó a estudiarlo, no se adelantaba ni se acercaba, solo lo miraba. Un toro sabio no revela su estrategia de ataque, se puso de cola y bajo los cuernos. Y mientras el señor aguardaba tranquilo, él se paseaba como si estuviera solo, así como fumando un puro. El torero no  terminaba de decidirse si era pertinente y conveniente acercarse o esperar. A medida que  los minutos pasaban el Sr se impaciento por suponer quedar como un imbécil. Seguramente pensó, como es que un toro no ataca? De a poco todo ese espectáculo del domador de toros encantado fue desapareciendo. El Sr, comenzó a buscar la manera de enfurecerlo, pero nada resultaba. Primero, se acerco y se alejo, luego arremolino su capa, como nada acontecía, decidió subir la apuesta y comenzó a burlarse del toro manso. Un toro de ojos azules. Cuando vio que  todo continuaba igual el Sr decidió informarle al público que el animal, se había dado por vencido y entonces comenzó a avivar. Y mientras algunos se quejaban y otros se retiraban burlándose o quejándose, el Sr se distrajo, y en ese momento el toro dio un espectáculo solo para dos.   Demostró que, el encantador lejos de ser  muy inexperto era en realidad un engreído, porque esta vez, el animal se paro frente a él y sin que mediara un solo respiro incrusto sus cuernos entre sus pies. No lo quiso matar, levanto al hombre sobre su lomo y comenzó a  pasearlo por el campo, esta vez sí avivando a todos los presentes por el toro.
El espectador pudo ver un Sr acostumbrado al mandato social de lo que es. Un animal peligroso a sabiendas de la intención de quien lo acecha. En este caso particular, no había una situación de riesgo de muerte del animal, solo que este último ya estaba muerto.
Cuando salió al ruedo, su premisa era sentarse a esperar que el torero se acercara sin más. Su instinto, su gen, su esencia y toda su potencia se libero de la codicia y la sumisión. El Sr del espectáculo, se llenaba los bolsillos con poca cosa, porque no arriesgaba nada, el animal no  iba a atropellarlo, pero él iba ser aplaudido.
 Surgió el imprevisto, el toro tomo su papel de indomable y salió a relucir su fuerza, solo que, lo hizo de manera aleccionadora para el Sr que impaciente esperaba que el toro hiciera su parte domestica del espectáculo.  De esta experiencia, el toro aprendió a exigir que se lo respeten como tal hasta su muerte; mientras que  el encantador resulto ser más animal que  la fiera. Este torero fue acorralado por su presa y maltratado psicológicamente.

 A cada encantador algun dia le llega su toro de ojos azules.....

viernes, 5 de octubre de 2012

El país ciclotímico



Este es el país donde las maravillas se pueden encontrar perdidas y Alicia se queda sin historia.



Ni siquiera logro diferenciar mi sombra. Somos muchos transitando el mismo y diferente camino; a veces los siento tan próximos que sus almas me atraviesan.

Es imposible aburrirte, todo se convierte en noticias.  Te adormeces y al despertar todo cambio. Lo que hace unos instantes estaba permitido deja de estarlo y nada de lo pasado tiene valor. Desaparecen los pensamientos, las imágenes, los sonidos y si algo prevalece solo es parecido a lo que era.



Hace un tiempo visité a una persona que vivía en una calle de nombre cualquiera, pero cuando quise regresar no encontraba el sitio. Equivoque el plano o el camino; sucedió que mientras me alejaba, estaban modificando su nombre, imposible imaginarlo. Nadie tiene respuesta de lo que acontece. Aceptan el desafió de lo imprevisto sin cuestionar y sin recompensas.



Los héroes son tantos. Los niños comienzan estudiando un hecho que siempre es distinto. Debe ser difícil construir una conciencia, si apenas es posible recordar. Cuenta historias que nunca terminan, aunque prefieren intelectualizarlo como un final abierto. En definitiva, creo que sucede siempre lo mismo en diferente orden y así seguirá por siempre. Es difícil salir de un círculo en espiral, para ello es necesario tener cierta certeza del centro.



Las personas por televisión le hablan al consciente colectivo persuadiéndolo, emocionándolo, recitando valores y deberes. Es increíble suponer que eso también se les transformo y no logran encontrarlo.



Este es el país de las ultimas cosas, porque duran eternamente solo el segundo en que son alcanzadas. Parece que ese instante les justifica el amor, el odio, el silencio y la vida. Agudizo mi ingenio tratando de resolver el enigma, porque entre lo que se pierde existe algo que nunca agota su energía, ellos la reconocen en cualquier frase, en una lagrima, en las hojas del otoño, en lo simple y hasta en lo imposible. Así se genera el principio de todo aquello que nunca cesara, porque siempre tendrán la inquietud de recobrar lo que perdieron por justicia, por honor, por desidia.

 

El purgatorio



El anciano me pregunto: Hombre cómo llegaste a este lugar?, esto es el fin pero tú estás vivo!.


Detuve  el auto, era la madrugada de una noche fría y lluviosa, a lo lejos una luz diminuta, afuera el bosque, el viento fuerte golpeando las ramas. Ruidos que no se dejaban atrapar y entre tanta oscuridad,  yo fumaba, meditando con mi otro yo, aquel aventurero que me invitaba a salir a caminar en busca de ayuda.


Luego de una hora de andar había llegado al límite que separaba la realidad del misterio, en ese punto ya se escuchaban voces y risas, gente alegre que cantaba, ruidos armoniosos, todo aquello parecía el paraíso pintado de gris. Al asomarme a su interior, una voz dijo:  “El hombre sin destino ha llegado a nuestro espacio, su visita durara una vuelta en el tiempo, debemos apurarnos a mostrarle todos los secretos. Pronto esto desaparecerá”.

Como si traspasará la barrera del tiempo me encontré dentro de la caverna, era un teatro, gente que me rodeaba y me observaba. Cuando  me fijaba en alguien particular  mutaba, se volvía animal o del sexo contrario, se alargaba o se achicaba hasta desaparecer.  Detrás de las personas se proyectaban distintos escenas,  todas  concluían con la muerte luego de la vida y la vida luego de la muerte hasta el infinito, el círculo se cerraba hacia dentro. En el medio apareció un anciano que sintetizaba todas las voces y las imágenes,  él era todos y cada uno de los que me miraban.


El anciano  me dijo, este es el único punto del universo donde todo lo que es desaparece y lo que fue elige ser. Tú has llegado aquí en forma voluntaria, podríamos decir que eres consciente del estado irreal de las cosas que habitan este mundo, ahora puedes  decidir  el futuro de tu materia y su esencia.  Volví hacia atrás mi pensamiento y recordé la voz de la entrada, el hombre sin destino…. Entonces yo tampoco soy aquel que veo en el espejo, que llaman por ese nombre, quizás ni siquiera sea lo que ellos ven.  Anciano si esto es irreal y soy el que tus sensaciones perciben déjame así,  si no permíteme regresar al punto de partida.

Al mirar  hacia atrás todo había desaparecido, solo un plano y extenso valle, amanecía de regreso, cuando llegue al auto había un hombre y una mujer discutiendo sobre el incidente, desconcertados porque no encontraban signos de violencia ni robo, escuche decir que tampoco encontraban al hombre que supuestamente lo conducía, solo había huellas al costado de la carretera y misteriosamente desaparecieron.  Me acerque a ellos y me presente, les mostré mi documento mi carnet de conducir, ellos me miraron sorprendidos, no cabía duda que era yo. Dos mundos se habían juntado esa noche y yo había quedado atrapado entre el cielo y el infierno.- Mi nombre y mi apellido coincidían,  mi  nacimiento era  un siglo después.


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