martes, 12 de mayo de 2015

Mamá Blog.



Ayer le mostré a Sofía el blog que escribí para ella.  Traté que entendiera, para qué  le dedique tanto tiempo a esos textos.  Con sus 7 años comprendía perfectamente lo que era un blog y como moverse entre las etiquetas, las entradas, pero no podía apreciar cuál era el sentido de todo lo que ahí había.
Cómo explicarle que le puedo dejar otras cosas ademàs de una casa, un auto, plata, fotos, en definitiva cosas que algún día quizá no necesite, las cambie o las venda?  Lo que hice fue dejarle algo que no se destruirá, una mamá que siempre va  a estar ahí hablándole desde  el blog,  contestándole lo que ella tenga ganas de preguntarse.  Una mamá que viajará en el tiempo, en su futuro y cuando lo dese o sienta necesidad podrá buscarme, y aunque ya no este quizá,  le pueda dar un consejo. Es una forma de dejarle mi alma, mi eternidad. Ahí está escrito lo que viví, lo que descubrí, lo que pudo ser y se truncó. Mis frustraciones. Mi adolescencia, mi madurez y con el tiempo estará mi vejez.
Se lo mostré para que apreciara con sus 7 años  lo importante que es aprender a leer y a escribir. Nuestro lenguaje, como modo de preservación, de infinito.  Eso es todo amor, todo para ella en un espacio virtual. Lo real ya no es, el pasado fue; ahora queda solo un recuerdo y quizá escriba lo que será.
Se lo mostré porque el próximo fin de semana van a operarme de algo muy sencillo, pero uno tiene  miedo de quedarse en el camino.
Mientras le explicaba todo en la computadora, sentí una enorme alegría de poder dejarle a ella que aún no entiende para qué sirven  las cosas que está aprendiendo en el colegio,  que gracias a ese maravilloso encuentro entre la tecnología, la literatura y la escritura por placer,  tendrá a mamá como dice el blog, las veces que quiera,  aun cuando el teléfono deje de sonar.
Si este es el final  le dejo algo más que una foto, le dejo mi corazón ahí latiendo. Si no es hoy será mañana. Ojala tenga tiempo de contarle más historias y escribirle más poesías. Ojala algún día ella, pueda continuarlo y dejarle a sus hijos una parte de su ser. Lo importante es que el sábado voy a ir a la cita con el cirujano con un poco más de tranquilidad,  porque lo más importante que tenía para dar fue  darle a Sofía la vida y mi luz.
Y si todo vuelve a la normalidad, espero que se entusiasme con la idea del blog y empiece a leer para luego, como pintando y jugando, comience a escribir.

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