Domando con paciencia la fuente de locura seca que brotaba de la nada.
Puliste el cristal contra la roca y moldeaste mi destino.
Sabias que me parecía al desierto que contempla el horizonte de tus llantos.
No aceptaba la verdad, porque el vientre es todo. No aceptaba que la encerraron en su cuarto con los miedos del abandono. Luchaba con su...