martes, 2 de diciembre de 2014

Dolores Madre




Duele y no punza, no termina de lastimar.
Se hunde en el oscuro latido y ahí se queda llorando.
Me pide que lo deje en libertad pero no se desprende de mis pechos.
Quiero que vueles, alas de cristal empañadas de sal.
Caigo en el desacuerdo de mis voces que no ladran.
Mamá sueño con tus manos.  Sol que ya no me abraza.
Te extraño, te quiero, todos mis días se desvanecen sobre tu rosal.
La tristeza del pomelo espera en la sombra el silencio del saludo que no pudo ser.
Todo lo que no llegue a darte, todas las caricias que no pude saborear.
Ese deseo se va metiendo muy adentro, tejiendo lágrimas.
Una bufanda de nieve, tu alma mi cielo tormentoso.

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