lunes, 19 de enero de 2015

Firewall psicologico



El viernes tuve un dialogo interesante con una persona, quien me dijo que yo no aceptaba críticas y que discutir conmigo era como discutir con una pared.
Yo le respondí que sí aceptaba las críticas, aquellas que fueran las constructivas  y que no era una pared sino una persona.
Luego, de regreso a mi casa durante el viaje me fui pensando, que  sería una crítica constructiva. Pensé que podría ser aquella donde te dicen lo que está mal  y lo que estaría bien. Limitarse a decir que algo es incorrecto, sin decir por qué y a su vez no proponer algo mejor es más penoso. No construye porque no resuelve nada, solo destruye lo poco que se hizo, mal o bien.
Después me quede pensando un poco más y dije, tantas veces me criticaron en el trabajo, como en otros lados y no por mi labor, sino por como atendía un teléfono, por lo que no está mal la idea de ser una pared. Me vi como un enorme muro donde rebotaba toda la porquería o las críticas con la que me disparaban y estas quedaban ahí, muertas y destruidas en el piso. Entonces me dije, que bueno, tener una pared o firewall personal que te impida que pase la mala onda de afuera hacia adentro.
Gracias, nunca reflexione en la idea de verme tan pero tan grande como una muralla china. Porque para protegernos de todos tendría que ser muy grande esa pared. Algo que dudo, siempre el muro es previsiblemente acorde al tamaño de maldad con la que se quiere herir. Y suficientemente inteligente como dejar pasar las reseñas que  no tienen maldad.

Entrada destacada

Locura en gotas de leche

No aceptaba la verdad, porque el vientre es todo. No aceptaba que la encerraron en su cuarto con los miedos del abandono. Luchaba con su...