Sofía, sé que no voy a poder
protegerte de todo y de todos. Me conformo con que leas esta historia que quizá, en alguna
oportunidad te sirva.
Cuando el dominante logra
desarticular a un dominado, su naturaleza perseguirá a otro. Por
eso es importante cortar la cadena. La única manera es no festejar los chistes,
ni continuar con el chisme, ya que se entiende que no es gracioso dañar a
una persona. Lo que se tiene que decir o hacer, en caso que corresponda, se
hace en privado, salvo las felicitaciones que son motivadoras hacerlas en
público.
Esta es una historia común y
cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia; quizá te resulten
familiares… Cosas similares a las del relato pasan más a menudo de lo que se
piensa, pero pocos se animan a contarlas. El silencio es el mejor aliado.
Prestando **Atención** es la única forma de detener estas cosas, y comunicándolas
antes de esperar al final. Mucha gente por circunstancias muchísimo más graves
que las descriptas, pero que comenzaron por algo simple, llegaron al suicidio
por depresión. Esperaron más de lo que podían tolerar, sin contar a otros de la situación y sin
solicitar ayuda.
Lo importante es que no hieran tu
autoestima, uno de los antídotos más eficaces contra las injurias. Esto no le
sucede a todas las personas, sino a perfiles seleccionados y no al azar,
según las características personales del dominante / dominado y de las cosas
que hay en juego. Lo común de todas estas historias es que el dominante se las
ingenia para difundir una imagen del dominado con el propósito de estamparle
una marca, y que esta sea parte de su peor perfil. Pone a TODOS como emisores
de ese mensaje. Todos, dicen esto de vos… sin hacerse cargo de quienes son esos
todos, en el que él (agresor) está incluido. El factor común en estas historias
es que siempre van a encontrar algo para desprestigiarte. Algo que tiene que
ver o con tu actitud o con tu aptitud, según les convenga.
Sofía en un lugar donde algunos
pocos son los que se conocen y hay poca comida para repartir, no es una buena
elección que permanezcas en él. No importa si en ese sitio vos sos el cocinero
o el cazador, lo que importa es la comida, qué se reparte y entre quienes. Si
alguien desconfía de otro porque piensa que será más útil que él, y eso
implique que su porción peligre, seguramente serás eliminada.
Es de rescatar que aún en estos
entornos hay gente muy buena que por temor calla.
Esta es una parte mínima de una
Historia más grande, ficticia donde los personajes (M,T,Y) son apenas unos
principiantes de teatro.
Luego de leer esta historia que llego a mis manos de casualida, resta pensar:
Qué harías con (T) si estuviera en lugar de (M)?. Sofía presta Atención para no cometer el mismo error que M.
Así comenzó hace tiempo y en un
país lejano la historia de (M).
(M) dejo su trabajo porque
recibió una propuesta laboral de parte (T) para desempeñarse en otra empresa en
una determinada tarea (X).
Cuando ingreso al trabajo se
encontró con que su jefe y compañeros estaban en una especie de pelea con (T)
de quienes dependían, y con otras personas que se negaban información
mutua. En poco tiempo casi todo el grupo original de (M) por distintas
razones fueron sacados del lugar. **Atención**: Si un jefe no puede elegir a
sus colaboradores directos, es un mal presagio. Por lo general tiene injerencia
en la selección.
Luego de un tiempo muy corto (T)
le hizo a (M) una nueva propuesta de trabajo distinta a la original, quien
viendo lo que sucedía en el entorno, había buscado otro trabajo más
conveniente. (M) confió en la palabra de (T) y acepto la propuesta.
**Atención**: Si te piden que te quedes cuando te estas por ir, no pierdas la nueva oportunidad. Quien hasta ese momento te conoció y no te valoro lo suficiente, nunca
lo hará. Eso es proporcional al tiempo. Es al contrario de lo que piensas.
Si alguien considera
conveniente quitarte parte del trabajo apenas 1 mes que te fue ofrecido, es otra señal de que (T)
es una persona muy cambiante y vulnerable a determinadas personas de su
entorno y que además las considera más útiles para sus objetivos, a pesar que
eso signifique romper con su palabra. Simplemente, porque no la tiene.
Continuando con la historia, al finalizar el proyecto
“exitosísimo como les gusta decir” de dos años de duración tomaron un nuevo
recurso (B), a quien le dieron el 50% de las tareas de (M) y luego tomaron a
otro (P) a quien le dieron el 25% restante. El cohete ya estaba en órbita, como lo definio en su momento (T). (M)
fue puesta bajo la supervisión de otro jefe (Y), el cuarto en 3 años, y como
premio no encontraron algo mejor que sentarla a mirar el techo, o leer el diario.
Ante esto (M) intento hablar con
(T), la persona por la que había aceptado dos veces el trabajo, para
preguntarle si esa era la mejor recompensa que tenía para darle? (T) contesto
con una pregunta a (M): si sufría de paranoia?
**Atención**: buscamos
descalificar a las personas cuando no tenemos respuestas a sus planteos.
(M) recordó que en el transcurso
de 2 años realizo sola la tarea pactada con (T) y sin conocimientos
previos. Cuando (M) necesito tomar una licencia por enfermedad, redujeron a
cero las horas de soporte.
**Atención**: nada es más importante que tu salud y no
merece la pena que la destruyas. Tu único capital de trabajo es tu cuerpo y tu
mente. Ambos deben estar sanos.
La pregunta es: Por qué (M) no debío confiar en (T)? La única razón para no
confiar era que (T) estuviera mintiendo y ese no era problema de (M), era
de (T) por manipular la situación presente sin conocimiento del futuro. Esto
es, proponer con o sin seguridad, de poder cumplir. Ocultar es diferente a mentir pero
ambos sistemas destruyen al más débil, aquel que no tiene las cartas sobre la
mesa para decidir lo mejor para sí.
Yo cumplí contesto (M) pero no me
esforcé por esto. Por esto nadie levanta un dedo, y por menos me dieron mucho
más.
**Atención**: no tiene sentido decir eso; a las personas tipo (T)
probablemente no le interesan tus problemas, algunos disfrutan con tu decepción.
Pasado un tiempo (T) pasa por
delante de (M) casi sin saludarla ni mirarla.
**Atención**: (T) seguramente cree que (M) sufre por la indiferencia. Pero (M) ya se
acostumbró a esa estrategia. También al que TODOS digan o piensen sobre la
marca que (T) y su entorno se encargaron en pegarle.
(M) recuerda que hubo casos
anteriores. Esto no era una cuestión de “aptitud”, lo suyo sería una cuestión de “actitud”,
pero con dos jefes distintos. O trabaja con (F) o con (Y) el
tercero, que parece no gustar de (M). (M) no sabe quién le dijo qué
cosa a (Y) para hacer juicios de valor sobre su persona, ya que casi no
se conocen.
Sofí, siempre que dudes de algo o de alguien, preguntate si vale la pena para vos el esfuerzo de ofrecerle oportunidades a otros, que no estan seguros de poder cumplirte.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
martes, 25 de noviembre de 2014
El perverso
Estuve leyendo algunas de las características de los perversos
narcisistas y caí en la cuenta que había conocido y tengo el agrado de conocer a
varios. Me sentí realmente relajada luego de informarme sobre sus características
personales y sus relaciones con las víctimas. Sofía, es importante detectarlos a tiempo para no sufrir y escapar a tiempo.
Los describen como personas que suelen ser ambivalentes en sus definiciones; eso les da flexibilidad para poder cambiar según su conveniencia y también humillar a sus víctimas, quienes no saben cómo actuar, por no comprender el mensaje.
Tejen su tela araña en la oscuridad y a veces en complicidad para luego hacerles creer a los otros que ellos son las presas, mientras que sus víctimas son personas que convienen asilarlas por peligrosas.
Los describen como personas que suelen ser ambivalentes en sus definiciones; eso les da flexibilidad para poder cambiar según su conveniencia y también humillar a sus víctimas, quienes no saben cómo actuar, por no comprender el mensaje.
Tejen su tela araña en la oscuridad y a veces en complicidad para luego hacerles creer a los otros que ellos son las presas, mientras que sus víctimas son personas que convienen asilarlas por peligrosas.
No concluyen casi nunca una frase dejando la sensación de
certeza, por lo contrario, todo puede llegar a ser y si no es, fracasa su
interlocutor al intentar entender el mensaje. Suelen afirmar con palabras algo y negarlo con los
gestos, o al revés. A veces suspiran en las conversaciones como poniendo puntos
suspensivos.
Siempre buscan la forma de dejar a las víctimas en situación de poca
credibilidad con respecto a los demás, haciéndolas ver como personas paranoicas e inseguras. Las hacen dudar de sí mismas.
Cuando alguien quiere conversar con ellos para pedir alguna
explicación, casi nunca lo logra, simplemente eluden el dialogo. No
responden cuando se les pregunta.
A veces suelen preguntar, mostrarse interesados en algo y luego cortan las respuestas para volver a preguntar, desviando así la conversación, humillando a su interlocutor. Esta actitud suelen practicarla en reuniones con varias personas, donde una es la víctima a quien intentan desmotivar, irritar y desestabilizar. Para luego victimizarse en público, dejando entre ver que actúan de esa manera producto de las emociones de ira de las personas que ellos mismos procuran dejar en ridículo. Ellos no conversan con quienes victimizan, ya que eso significa tratar al otro como persona, cuando en realidad son objetos con quienes no se habla.
A veces suelen preguntar, mostrarse interesados en algo y luego cortan las respuestas para volver a preguntar, desviando así la conversación, humillando a su interlocutor. Esta actitud suelen practicarla en reuniones con varias personas, donde una es la víctima a quien intentan desmotivar, irritar y desestabilizar. Para luego victimizarse en público, dejando entre ver que actúan de esa manera producto de las emociones de ira de las personas que ellos mismos procuran dejar en ridículo. Ellos no conversan con quienes victimizan, ya que eso significa tratar al otro como persona, cuando en realidad son objetos con quienes no se habla.
Son personas que se acercan un día a ti sin que los llames,
te llenan de elogios y luego dejas de ser alguien, para convertirte casi en un estorbo. O bien, de pronto comienzan a saludarte, te hablan y en otro momento pasan a ignorarte, aún estando sentados a su lado. Son
especialistas en negar toda culpa o hacerse cargo de alguna situación problemática.
Ellos no tienen problemas a la hora de encontrar una justificación.
Desde hace un tiempo a la fecha he visto personas discutir por cosas que no merecían la pena, y a simple vista alguien estallaba en bronca contra otro; Este último, como si no sucediera nada, bajaba la cabeza, la voz, encogía los hombros, fijaba la vista en el piso o en el techo pero muy lejos de su agresor, a quien no miraba y de manera indiferente continuaba con la conversación. Tarde descubrí que en el fondo esa persona estaba gozando de la efectividad de su telaraña. Con el tiempo la he visto como perfeccionaba la técnica de victimizarse. Simplemente molestando a las victimas al no contestar, contestar de manera ambigua, preguntar y no dejar que respondan. Confieso que durante el primer mes y varios días siguientes le creí. Supongo que estos sujetos no saben de su condición perversa; solo saben y mucho, como conseguir lo que desean utilizando a otros. Lo terrible es ver a más de uno actuando de esa manera, convirtiéndose así en cómplice.
Desde hace un tiempo a la fecha he visto personas discutir por cosas que no merecían la pena, y a simple vista alguien estallaba en bronca contra otro; Este último, como si no sucediera nada, bajaba la cabeza, la voz, encogía los hombros, fijaba la vista en el piso o en el techo pero muy lejos de su agresor, a quien no miraba y de manera indiferente continuaba con la conversación. Tarde descubrí que en el fondo esa persona estaba gozando de la efectividad de su telaraña. Con el tiempo la he visto como perfeccionaba la técnica de victimizarse. Simplemente molestando a las victimas al no contestar, contestar de manera ambigua, preguntar y no dejar que respondan. Confieso que durante el primer mes y varios días siguientes le creí. Supongo que estos sujetos no saben de su condición perversa; solo saben y mucho, como conseguir lo que desean utilizando a otros. Lo terrible es ver a más de uno actuando de esa manera, convirtiéndose así en cómplice.
Dicen que se cuidan de los paranoicos y temen ser descubiertos en público, por eso no les agrada llegar a
la justicia, ni exponerse.
Hay que ser cuidadosos
con ellos; si te encuentras con alguien así de parecido, mejor es evitarlo, ponerle un límite
y no dejar que te pase por encima, porque de poder hacerlo no sentirá compasión,
ni culpa, solo gozará, con la mirada de todos; ya que al elegirte a vos, se
liberan otros.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Suciedad social
Qué sociedad tan extraña en la que estoy viviendo. Mirar la televisión es una
actitud casi suicida. Si alguien tiene miedo, se encuentra deprimido o
susceptible por algo, después de observar la vida que se presenta detrás del
aparato, esa persona agota sus esperanzas. Nunca vi tanta gente pelearse al
mismo tiempo, acusándose de cosas supuestamente inmorales. Se acusan de
mentirosos, de adictos, de irresponsables. Lo llamativo es que son programas muy
vistos, quiere decir, que la gente lejos de sentirse agraviada y avergonzada de
los malos tratos, los consume como chocolate. El agravio, se traslada a la vida
diaria de cada espectador. Lo viven en el trabajo, en la parada de colectivo, en
la calle, a veces en la misma familia o amigos. Son consumidos masivamente
cuando se violan las leyes y las normas. Cuando nos quieren hacer sentir a
morales, inmorales porque no cedemos nuestros derechos. Conceptos más, conceptos
menos, suelen decir que esta suciedad es individualista. Y entonces me pregunto
cómo se puede construir una sociedad más solidaria si no existe nada que nos
obligue y nos enseñe a convivir en la masa. En el conjunto, en ese nos, nos
perdemos. En el Nos, también nos vulneran y nos quitan nuestros derechos,
simplemente faltarnos el respeto. Lo peor de todo es la desprotección de los
chicos. Sentimos mucho miedo que nuestros hijos sufran las malas acciones que
los mayores hacemos y consumimos. Por otro lado, si tratamos de contenerlas y de
prevenirlas, ¿por qué no empezamos con nosotros mismos? ¿Qué sociedad les vamos
a dejar? ¿Qué sucederá con ellos cuando trabajen? ¿Cuándo salgan a la calle a
tomar el colectivo? ¿Cuándo tengan que defenderse? Supuestamente en la escuela
aprenden a socializarse y respetar las normas. ¿Cómo van a sobre vivir en un
mundo donde no fueron preparados para convivir? ¿Vamos a creer que cortando la
raíz del problema desde la escuela estamos salvándolos? Creo que no, mientras en
casa sigamos consumiendo la agresión como chocolate desde un aparato. Mientras
nosotros los mayores, padres o no, contemos como conseguimos ser exitosos a
costa de los demás. Mientras nuestros representantes no nos respeten y mientras
nuestras leyes no se respeten, no creo que esos niños mejoren. Van a retrasar el
aprendizaje en la jungla. Van a sufrir y aprender de grandes a adaptarse a la
realidad en la que les va a tocar vivir. Sabiendo lo que está bien y lo que está
mal con la impotencia de ser engañados, manipulados, usados. Espero que mi
pequeña Sofia, pueda resistir. Como mamá me pregunto cuál será la opción menos
destructiva para ella. Después de todo, los niños deben preservar su inocencia.
Pero, también es sabido que los niños mal tratados física o psicológicamente son
potenciales destructores; muchas veces tan aleccionados y adelantados que de
grandes suelen ser personas exitosas, según el significado que nuestra sociedad
occidental tiene del éxito. El valor del éxito al que nos exponen parece no ser
del que está mejor preparado, sino de quien menos sufre cuando le sangran las
manos.
El Exito
El valor del éxito al que nos exponen parece no ser del que está mejor preparado, sino de quien menos
sufre cuando le sangran las manos.
martes, 18 de noviembre de 2014
Acciones involuntarias
Ellos no están seguros de su utilidad. Como niños creen que
las mentiras pasan inadvertidas y nada podrán hacer en su contra. Creen que es parte de la supervivencia destruir al
competidor.
Sin embargo cuando lo obvio se hace tan pero tan evidente es
porque no hay competencia, simplemente antojo por hacer daño. Acá es donde no
comparto los mecanismos que me imponen y donde tarde o temprano intento
descomponerlos.
Desconozco qué es lo que intentan apresar y no pueden. De más
está confesar que no lograran hacerlo y que seguramente se equivocaran.
Siempre conseguí lo que quería; más cuanto más me han
molestado.
Vivo tranquila, sin
mirar ni juzgar a otro, pero si en el camino intentan pasarme por arriba,
derribarme, hacerme una mala jugada, yo soy de esas personas que no debiste enojar.
No voy a correrte, ni a perseguirte, ni voy a enloquecer
tratando de apartarte del camino o derribarte, no voy a hacer nada hasta el día
que sienta que es el momento preciso. Pueden pasar años para que llegue, pero
una mañana el sol se posara nuevamente sobre mi hombro.
Desde ahí obtengo la fuerza, el impulso, el control.
No doy más que lo justo y necesario, no menos de lo que he
recibido. Creo en las circunstancias
involuntarias; lo que no creo es en las acciones involuntarias. Alguien que es capaz de discernir lo que le
conviene o no, y por cierto, suele siempre salir beneficiado, no puede decir
que no sabía lo que hacía o, que fue obligado a hacerlo.
Las personas que de mala vibra me han tocado de cerca yo he
podido detenerlas y aquietarlas. No voy
a llevarme nada en el último minuto, voy a dejarlo todo, lo malo y lo bueno que logre cosechar.
En ese todo van estar aquellos que estuvieron cerca de mí. Los que fueron buenos me van sonreír. Los que
fueron malos conmigo, van a llorar. Pero
todos los que me tocaron de cerca para bien o para mal, tendrán un lugar en mi
rosario, una cruz o un zorzal.
lunes, 17 de noviembre de 2014
Acto escolar sobre los 4 elementos
Y llego el día que Sofía actuó para el colegio vestida de Marinerita.
El sábado 15 de noviembre de 2014
bailó con su pollera turquesa de lentejuelas, su camisa blanca y el gorrito.
Ella parecía entusiasmada con su
aparición pública. No se parece a mí, porque yo evitaba los actos y odiaba los
ensayos.
Regresamos del colegio a casa
caminando unas 8 cuadras y no parecía sentir vergüenza.
Cuando llego la noche mientras mirábamos
una película me dijo, mamá hoy me aburrí un poco, porque al final hicimos lo
mismo que durante el ensayo pero esta vez con el vestido de marinerita. Entonces
me pregunté, si ella experimentó algo cuando
estuvo frente a 200 o quizá más personas. Es como que nuestra mirada no existió.
Canto y bailo como lo hacía con los compañeros y la maestra. Me confesó que se equivocó, pero no le
resulto importante; lo único diferente
de ese día fue que realmente tenía el vestido. Tampoco la mirada de papá y mamá
pareció tener un atractivo diferente. Desconozco si el resto de los nenes pasará
por el mismo estado de enajenación. Habrá algún nene que le guste estar arriba del escenario, les
importará hacerlo bien o mal? Para qué servirán
los actos escolares? Serán pedagógicos, educativos, sociales o simplemente servirán
para que los papas tengamos las fotos
para el recuerdo.
En esta oportunidad no se conmemoraba nada patrio, simplemente fue para festejar algo con la
comunidad educativa. De todas formas a pesar de lo colorido y musical, no fue
para Sofía muy atractivo el evento, aunque a juzgar de lejos se la veía muy
feliz. Por lo menos, yo sentía algo más próximo al rechazo y al malestar, quizá
algo mejor que la indiferencia total. El sentir lo mismo no debería dar lo
mismo. Pienso si debo preocuparme o quizá ella me demuestre que mejor que
sentir bronca porque te obligan a algo, es hacerlo y listo.
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