Nosotros los indígenas civilizados
tenemos un
jefe de innovaciones
que nos
consume día a día,
un
cacique apodado tecnología.
Nosotros las
bestias de las ciudades
no tenemos
ya víctimas animales,
ahora
perseguimos a las carnes, embarazadas de almas y de pasiones.
Pobres
son los Humanos. Sus voces se quebraron junto al llanto de un
lago.
Rezan bajo
un horizonte roto,
donde no
tiene cabida el sol y los ángeles.
Ellos,
los poderosos, desgarraron al hombre desde su estado.
Ellos no
tienen pasiones, se consumen sin dejar rastro.
Yo, que soy
un indígena de este siglo humano,
que apenas
creo en Ellos y me mato.
Ellos
me dan cultura. Ellos me domesticaron.
Yo, que
quiero salvarme,
les pido que
no destruyan al género humano.
Nosotros
estamos tristes,
de ser
Indios y ya, no tener Pájaros.
No me
interesan los libros que pueda leer desde las nubes.