No pude encontrarte en el abismo de tus mañanas teñidas de te.
Ni te di el abrazo que hubiera querido. Esa noche, me despedí con un beso, como siempre.
Te siento despertar junto al color de tus aromas, mezcla de lluvia y sol.
El verde que tiñe tus pies regados de barro.
No hay viento que me traiga tu alma, ni calor que me devuelva tu ternura.
Hay mañanas de manos vacías y pasados que las extrañan.
Te espero, te acurruco desde mi dolor, mamá.
Ni te di el abrazo que hubiera querido. Esa noche, me despedí con un beso, como siempre.
Te siento despertar junto al color de tus aromas, mezcla de lluvia y sol.
El verde que tiñe tus pies regados de barro.
No hay viento que me traiga tu alma, ni calor que me devuelva tu ternura.
Hay mañanas de manos vacías y pasados que las extrañan.
Te espero, te acurruco desde mi dolor, mamá.