martes, 16 de octubre de 2012

Alama incompleta. En tu segundo aniversario.



Tus mañanas son un  tiempo sin preguntas imaginando una verdad sin respuestas.

Me enseñaste las cosas que en el no, pueden estar.

El futuro responderá con la maldad que le brota.

Te fuiste, volves y me abandonas en mis dulces lágrimas.

Son las marcas que dejo tu perfume en mi silencio.

No estas como yo quisiera, en las manos que saboreaban mis comidas,

En las conversaciones de la tarde, en los sueños por partir.

Te mezclaste con la tierra de  tus rosales, en el pasto que crece con prisa.

Te visita el viento, la lluvia, el calor desgarrador de enero, a veces nosotros.

Volviste en un pájaro que retuve solo por pocos meses.

Lo pose sobre mi mano para liberarlo, pero no,  se achico aun mas.

Ayer se fue, su viaje termino  junto a tu nido.

No imagino desde donde me retuerce el puñal.

Me hundiste el filo de tu amargura en mis latidos.

Cortaste la alegría de verte, de tenerte cerca, sin mango en el opaco color de tus otoños.

No estas acá para abrazarme contras tus ramas espinosas.

El sudor de labios, una lluvia de castigos sobre mi espalda.

Te resisto por detener el reloj un sábado de cumpleaños de inocente despertar.

Festejé tu día sobre el entierro de tus pies descalzos.

No podías esperar, necesitaste firmar el minuto sin dueño sobre el papel desteñido.

Un recuerdo de domingo llorando contra los hielos del cuarto rompiendo el cristal.

Frágil sin descanso se acerca el cielo contra mi infierno, posa en  tus fotos lo único que no deje soplar.

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