martes, 2 de octubre de 2012

Reina del silencio

Tengo un cuarto lleno de juguetes, en ese mundo no se muere.
Un  jardín de caricias perdidas  sobre un verde pasto siempre solo y desigual.
Suaves ilusiones que tropiezan en el desamparo.

La metáfora que rompe el silencio.
Llora el pervertido mientras la risa se posa en un plano lejano.
El desahogo se roba los pañuelos de seda.
Las agujas no dan cuenta de mi existencia.
Un terremoto abre el cielo y las estrellas caen sobre mis manos.
Un tumulto de voces se acerca  en el desacuerdo, no escucho.

Amarga transparencia se abre en cada flor.
En la soledad del encuentro que no existe busco delicias que en la tierra no han de brotar.




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