El deseo posa junto al perdon crucificado. Son las entrañas del hombre al final del pasillo, con la llave en la mano, sin puertas, dolor adentro.
Escribir es una manera diferente de leer la vida. Este lugar es para vos Sofía, para que me encuentres las veces que quieras, aun, el día que el teléfono deje de sonar.
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Locura en gotas de leche
No aceptaba la verdad, porque el vientre es todo. No aceptaba que la encerraron en su cuarto con los miedos del abandono. Luchaba con su...
